Tuesday, April 17, 2007

COMENTARIO "LA CONSTRUCCION DEL ESTADO" DE FRANCIS FUKUYAMA


Presentación



Un nuevo orden mundial, es la propuesta del señor Francis Fukuyama: descollante asesor en política económica de los Estados Unidos de América.



La construcción del estado, tiene un titulo retorico, pues se trata de la reformulación del estado como estructura y materialización del poder social, el cual tuvo sus origines como institución con los fueros medievales y las posteriores revoluciones burguesas que partieron del proceso de toma de poder de la insipiente clase capitalista, contra el poder de la monarquía.



Es una tesis osada hablar de construir el estado, refiriéndose a la sociedad moderna, pues en todos los países, con sus defectos y virtudes, existe un estado, siendo este la identificación del concepto de nación.



El contexto de la tesis Fukuyama sobre la construcción de estado tiene su esencia en la necesidad de reconstruir el estado-nacional, sobre nuevas bases estructurales, ideológicas y en función de su readactabilidad al nuevo orden mundial impuesto por las superpotencias.



El estado en tanto estructura del poder social que en la actualidad existe en los países desarrollados encuentra trabas, proporcionada por los mismos estados de los países desarrollados que decenios atrás, fueron conllevados a su atomización.



La reciente política internacional norteamericana basada en la tesis del estado liberal, que se expresó en los países del llamado tercer mundo en quitarle al estado funciones, tamaño y excluirlo de aéreas sociales importantes, tales como la producción de algunos bienes y servicios, lo que provocó que el estado vendiera al sector privado empresas estratégicas.



Hoy los males que el autor pretende corregir al estado actual, fueron las secuelas de la política imperialista para con los países subdesarrollados, de limitar el estado y desarrollar el sector privado, lo que generó un estado débil y con poca capacidad para solucionar problemas básicos: hoy lastres que chocan con los planes de hegemonía imperialista.


LA CONSTRUCCION DEL ESTADO PREFACIO

1.1. La construcción del Estado es la creación de nuevas instituciones gubernamentales y el fortalecimiento de las ya existentes.
1.2. La ausencia de capacidad estatal en los países podres ha pasado a revelarse como una seria amenaza para el mundo desarrollado.
1.3.- En los años noventa, el desplome o la debilidad del Estado habían provocado ya desastres humanitarios y de derechos humanos de gran magnitud en Somalia, Haití, Camboya, Bosnia, Kosovo y Timor Oriental.
1.4. Así pues, la debilidad del Estado constituye un asunto de primer orden tanto en el ámbito nacional como en el internacional
1.5. Este marco de análisis servirá para comprender por qué en la mayoría de los países en desarrollo los Estados son demasiados débiles y no demasiado fuertes.


2. ELEMENTOS AUSENTES EN LA ESTATALIDAD



2.1. Los Estado poseen una amplia variedad de funciones, tanto para lo bueno como para lo malo. El mismo poder coactivo que les permite defender los derechos de propiedad y procurar seguridad pública, les permite también confiscar la propiedad privada y vulnerar los derechos de sus ciudadanos. El monopolio del poder legítimo que ejercen los Estados permite que los individuos puedan escapar en sus países de lo que Hobbies denominó la “guerra de todos contra todos”, pero constituye, a la vez, la causa de conflictos y guerras en el ámbito internacional. La labor de la política moderna ha consistido en donar el poder del Estado, orientar su actividad hacia propósitos considerados legítimos por las personas a las que sirve y regular el ejercicio del poder con el Estado de derecho.



3. EL DISCUTIDO PAPEL DEL ESTADO



3.1. Con el transcurso del siglo y tras vivir la guerra, la revolución, la depresión y de nuevo la guerra, ese orden liberal mundial se derrumbó y el Estado liberal minimalista fue sustituido en gran parte del mundo por otro sumamente más centralizado y activo.


3.2. Mientras a principios de siglo los sectores estatales consumían en la mayoría de los países occidentales y en Estados Unidos poco más del 10% del Productos Interior Bruto (PIB), en los años ochenta absorbían casi el 50% (y el 70% en el caso de la Suecia socialdemócrata).


3.3. Como reacción a esta tendencia, instituciones financiera internacionales (IFI) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, junto al gobierno de Estados Unidos, recomendaron enérgicamente una serie de medicad enfocadas a reducir el grado de intervención estatal en los asuntos económicos; se trataba de un paquete de medidas al que uno de sus autores (Washington, 1994) atribuyó la denominación de “consenso de Washington” y al que sus detractores en Latinoamérica llamaron “ neoliberalismo”.


3.4. Al analizarlo con perspectiva, puede decirse que no había nada de malo en el consenso de Washington en sí: los sectores estatales de los países en desarrollo constituía en multitud de casos un obstáculo para el crecimiento y, ante eso, la solución a largo plazo pasaba por la liberalización económica.



4. ALCANCE FRENTE FUERZA


4.1. Dicho de otra forma: Estados Unidos tiene un sistema de gobierno limitado que históricamente ha restringido el alcance de la actividad estatal.


4.2. Una de las razones por las que nuestro concepto de estatalidad resulta confuso es que el término “fuerza” se emplea a menudo para referirse indistintamente a los que aquí se ha denominado “alcance” y a lo que se ha llamado “fuerza” o “capacidad.


4.3. La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que tiene que haber algún grado de jerarquía: por ejemplo, los Estados necesitan garantizar el orden público y la defensa ante invasiones externas antes que proporcionar un seguro de enfermedad universal o educación superior gratuita.


4.4. Sin duda, existen países que intentan realizar complejas tareas gubernamentales tales como la gestión de empresas paraestatales o la asignación de crédito de investigación y, sin embargo, son incapaces de proporcionar bienes públicos básicos como leyes y orden o infraestructuras públicas.


4.5. “Fuerza” en este caso equivale, tal y como hemos apuntado anteriormente, a capacidad de elaboración y ejecución de políticas de promulgación de leyes; administración eficaz con la mínima burocracias; control del soborno, la corrupción y el cohecho; mantenimiento de un alto nivel de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones publica; y lo más importante, el cumplimiento de las leyes.


4.6. Lo ideal es estar situado en el cuadrante I, que conjuga un alcance limitado de las funciones estatales con una alta eficacia institucional.


4.7. Fracasa en el desempeño de junciones mínimas como la protección del derecho de propiedad, pero se supone que el crecimiento irá disminuyendo a medida que los Estados se desplacen hacia la derecha de eje X.


4.8. El peor lugar a ocupar, en término de rendimiento económico, es el cuadrante I V, en el que un Estado ineficaz asume una ambiciosa seria de actividades que no puede llevar a cabo correctamente.-


4.9. Existe un fuerte contraste entre estos casos y el de Nueva Zelanda, que adoptó una serie de reforma liberalizadoras a mediados de los años ochenta bajo la dirección del Partido Laborista y su ministro de Finanzas, Roger Douglas.


4.10. Nueva Zelanda, de este modo, se había desplazado a mediados de los años noventa hacia el codiciado.



5. ALCANCE, FUERZA Y DESARROLLO ECONÓMICO



5.1. El llamado consenso de Washington consistía en una lista razonable de medidas en material de política económica diseñadas para desplazar a los países hacia la izquierda del eje X mediante una protección arancelaria reducida, la privatización, la reducción de subsidios, la liberalización, etc.


5.2. El problema fue que, durante el proceso de reducción del alcance estatal, muchos países disminuyeron la fuerza del Estado o generaron una demanda de nuevos tipos.-


5.3. La red neopatrimonial se ve muchas veces amenazadas por la existencia del sector estatal moderno y se disputa los recursos con él.


5.4. Las crisis financieras sufridas por Tailandia y Corea del sur estaban, en ambos casos, relacionadas con la liberalización prematura de la cuenta de capital, ya que ésta se produjo en ausencia de unas instituciones reguladoras adecuadas que pudieran supervisar a los sectores bancarios nacionales, que se vieron de pronto desbordado por enormes cantidades de capital extranjero a corto plazo (Lanyi y Lee, 1999, Haggard, 2000).


5.5. En Rusia y en otros países poscomunistas, el problema era un tanto diferente. La privatización de las empresas estatales constituye, sin lugar a dudas, un objetivo apropiado de la reforma económica, pero requiere un grado considerable de capacidad institucional para llevarla a cabo correctamente.


5.6. Evidentemente, resulta imposible generalizar, dado que el rendimiento económico dependerá de las capacidades institucionales específicas y las funciones estatales en cuestión, así como de muchos otros factores.


5.7. No obstante, se ha demostrado que la fuerza de las instituciones estatales es, en término generales, más importante que su alcance.


8. La existencia de una correlación positiva tan significativa entre la recaudación fiscal y el nivel de desarrollo indica que, en general los efectos negativos del alcance excesivo del Estado quedan, a la larga, compensados por los efectos positivos de una mayor capacidad administrativa.


6. LA NUEVA SABIDURÍA POPULAR


6.1. La preocupación acerca de la fuerza del Estado, a la que se le han asignado encabezamiento como “la gobernanza” “la capacidad del Estado” o “la calidad institucional”, ha figurado siempre bajo diferentes epígrafes en la economía del desarrollo.


6.2. La comunidad del desarrollo que los derechos de propiedad formales y, en un sentido más amplio, el buen funcionamiento de las instituciones legales resultantes fundamentales para la eficiencia.


6.3. Woolcock y Pritchett (2002) abordan el problema de “alcanzar a Dinamarca”, donde “Dinamarca” representa de forma genérica a un país desarrollado con unas instituciones estatales eficientes.


7. DISEÑO Y GESTIÓN DE LA ORGANIZACIÓN


7.1. La administración Consiste en un conjunto de conocimientos en el que se puedan adquirir fácilmente formación y titulación. A pesar de que se han tratado de formalizar en repetidas ocasiones los conocimientos sobre organizaciones para aglutinarlos en un bloque teórico semejan te a la teoría microeconomía (algunos economistas los consideran, de hecho, una rama de la microeconomía), los resultados no han sido del todo satisfactorios.



8. DISEÑO DEL SISTEMA POLÍTICO



8.1. Las ciencias políticas se centraron en el diseño de instituciones políticas y legales durante el periodo previsto a la Segunda Guerra Mundial, un enfoque que tres o cuatro décadas después, quedó eclipsado por interpretaciones más sociológicas y estructurales de las instituciones y su funcionalidad.


8.2. Este tipo de teoría tiende a estudiar la compensación entre diferentes objetivos del diseño político tales como la “representatividad” y la “gobernabilidad”.


8.3. A este respecto, el autor argumenta que la concentración de poder en el vencedor y los periodos fijos que establece el presidencialismo tendían a fermentar la inestabilidad y la ilegitimidad en Latinoamérica y en otras regiones donde era un rasgo importante del diseño no era debido al presidencialismo en sí, sino más bien al tipo de sistema electoral empleado en la rama legislativa, que ha provocado a menudo problemas como el bloqueo político (por ejemplo, la combinación del sistema presidencia con presentación legislativa proporcional, típica en gran parte de Latinoamérica: véase Horowitz, 1990; Lijphart, 1996, Lardeyret, 1996; Cowhey y Haggard;, 2001).


8.4. Todas estas investigaciones aportan un abundante realismo contextual, pero resulta relativamente limitada como teoría del diseño de un sistema político óptimo.



9. BASE DE LEGITIMACIÓN



9.1. Es decir, las instituciones estatales, en su conjunto, no sólo cooperar de forma adecuada en sentido administrativo, sino que deben, además, concebirse como instituciones legitimadas por la sociedad correspondiente.


9.2. Con más de treinta años de perspectiva, no estas claro aún que resulte tan fácil separar la capacidad del Estado (o el desarrollo político, según la terminología de Huntington9 de la legitimidad.


9.3. Przeworski y Alvarez (1996) sostienen que el grado de desarrollo no aumenta las probabilidades de emprender una transición hacia la democracia , pero si de reemprender una transición hacia el autoritarismo.


9.4. Muchos economistas políticos dan por sentado que la reforma económica exige austeridad, recortes laborales y otro tipo de alteraciones a corto plazo y, por tanto, suscitan oposición política y reacciones violentas.


9.5. En definitiva, la relación empírica entre la democracia y el desarrollo continúa siendo compleja y ambigua: no confirma las transiciones autoritarias como el método general de aplicación de reformas económicas, ni la democratización como estrategia de crecimiento.


9.6. Las normas, los valores y la cultura influyen sobre todo en la parte de la oferta de instituciones, ya que son elementos que favorecen o entorpecen, según el caso, la creación de determinados tipos de instituciones formales; no obstante, interviene también en la parte de la demanda, en la que generan ciertamente necesidades y fobias institucionales.



10. FACTORES CULTURALES Y ESTRUCTURALES


10.1. Las normas formales pueden ser modificadas mediantes la política pública; las normas culturales, por el contrario, no pueden modificarse y a pesar de que van cambiado con el tiempo, resulta mucho más complejo dirigir su evolución.


10.2. Unos instantes de reflexión deberían bastar para concluir que los factores culturales influyen enormemente en la evolución de las instituciones formales


10.3. Neopatrimonialismo y el clientelismo. Una sociedad organizada en grupos cohesionados ya sea en forma de asociaciones de padres y profesores, organismo de control u organizaciones de defensa de los intereses de un colectivo – es mucho más probable que exija y obtenga transparencia que una formada por individuos desorganizados.



11.
EL CONOCIMIENTO TRANSFERIBLE SOBRE LAS INSTITUCIONES


11.1. En este microámbito, las organizaciones pueden modernizarse, destruirse, crearse de nuevo o gestionarse para bien o para mal mediante métodos que recurren a la experiencia histórica de un amplio conjunto de países.


11.2. En los componentes segundo y tercero se hallan también algunos conocimientos transferibles: el diseño institucional en el ámbito del sistema y, en particular, el diseño de sistemas políticos democráticos viables.


11.3. Rara vez se crea de nuevo todo el sistema de un país y, cuando éste ya ésta creado, se imponen las dependencia de la trayectoria (es decir, la probabilidad de permanecer en una trayectoria debido a los costes que supone modificar un conjunto de instituciones ya existentes) y esto dificulta las reformas (Krasner, 1984).


11.4. Los valores culturales son, en realidad, frutos de la educación, del liderazgo y de la interacción con otras sociedades y, además cambian con el transcurso de los años.


11.5. No obstante, no hay que perder de vista que los cambios en la sociedad requieren mucho tiempo y, a corto plazo los valores culturales sólo se pueden modificar en microámbito: en organizaciones concreta, en escuelas o en pueblos.


11.6. Es probable que la respuesta resida en gran medida, en la existencia de unas circunstancias históricas extraordinarias. Greif (1993), por ejemplo, aplica la teoría de juego para explicar cómo los comerciantes magrebíes del siglo Xl emplearon coaliciones multilaterales par imponer contratos a los agentes en un entorno carente de autoridades políticas generales que proporcionaran un marco legal, y como este sistema resultaba mas eficiente que los mecanismo bilaterales de aplicación de leyes.


11.7. En otros casos, no es un conflicto interno lo que genera la demanda de instituciones, sino más bien conmoción exógena grave como una crisis monetaria, una recesión, una hiperinflación, una revolución o una guerra. Tilly (1975) basa su famosa explicación del auge del Estado-Nación europeo en que fue la necesidad de declarar una guerra a mayor escala lo que genero una demanda de recaudación fiscal, de capacidad administrativa y de centralización burocrática en Estado como Francia, España y Suecia.


11.8. Las razones son compleja y no del todo claras. Sorensen sugiere que para los países de desarrollo tardío resultaría sencillo adquirir tecnología militar sin necesidad de poner en marcha reformas institucionales drásticas para hacer uso de ella.


11.9. La otra fuente externa de creación de demanda de instituciones es el poder político ejercido directamente por los países o los consorcios de países como autoridades de ocupación, o a través de una estrecha relación directa con el gobierno local. ´´ Esto es lo que denominamos ´´ construcción de nación.



12. EMPEORANDO LA SITUACIÓN


12.1. Así pues, existen graves limitaciones en la capacidad de los poderes externos de crear demanda de instituciones y, por tanto, limitaciones para transmitir a los países en desarrollo los conocimientos existentes sobre construcción y reforma institucionales. Estas limitaciones indican que las IFI, los donantes internacionales y sobre todo la comunidad de las ONG, deberían ser prudentes a la hora de levantar expectativas sobre la eficacia a largo plazo de su nueva máxima de ´´construcción de capacidades´´.


12.2. En realidad, la gravedad del problema es aún mayor: la comunidad internacional no se encuentra únicamente limitada en la cantidad de capacidad que es capaz de construir, sino que, además, es cómplice de la destrucción de la capacidad institucional en muchos países en desarrollo. La destrucción de la capacidad tienen lugar a pesar de las buenas intenciones de los donantes y derivas de los contradictorios objetivos que la ayuda internacional pretende alcanzar.



Capítulo II:


13. LOS ESTADOS DÉBILES Y EL AGUJERO NEGRO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


14.1. El tipo de conocimiento sobre las instituciones más susceptible de ser formalizado y, por tanto, transferido más allá de las fronteras sociales y culturales es el que concierne al diseño y a la gestión de las organizaciones.


14.2. El hecho de que no dispongamos de unas normas de validez universal para el diseño organizacional significa, forzosamente, que el ámbito de la administración pública construye un arte más que una ciencia.


14.3. El problema de la capacidad decisoria delegada está presente en una gran cantidad de asuntos del mundo de las ciencias políticas y económicas.


15. La idea de que no existe una forma óptima de organización o una ciencia de la administración pública no será novedosa para el especialista veterano en los campos de gestión y administración pública.


16. LA ECONOMÍA INSTITUCIONAL Y LA TEORÍA DE LAS ORGANIZACIONES



16.1. Las teoría económicas sobre las organizaciones comienzan con la teoría de la empresa de Ronald Coase (1937), que establecía la distinción básica entre mercados y jerarquías y sostenía que determinadas decisiones de asignación de recursos se tomaban dentro de organizaciones jerárquicas debido a la necesidad de economizar costes de transacción.


16.2. La teoría de la empresa de Coase no era en realidad una teoría de las organizaciones, sino más bien una teoría que daba cuenta de la razones que habían conducido a trazar de una forma determinada el limite entre los mercados y las organizaciones. Williamson (1975, 1985, 1993) empleó el marco de los costes de transacción y lo completó con múltiples detalles sobre los motivos por los que se preferían las jerarquías en lugar de los mercados.


16.3. Sin embargo, las ciencias económicas pusieron su sello distintivo en la teoría organizacional cuando comenzaron a trasladar sus propios supuestos sobre la conducta individualista al marco de la empresa. Las organizaciones son conjuntos de individuos que manifiestan un comportamiento, de una parte, cooperador y, de otra, competitivo o interesado.


17. LA AMBIGÜEDAD DE LOS FINES


17.1. La primera causa de ambigüedad en las organizaciones reside en sus fines, a menudo poco claros, contradictorios o definidos con escasa precisión. El esquema principal-agente presupone que los principales son actores racionales que entienden perfectamente sus propios intereses. La autoridad circula en una dirección: de arriba abajo de la jerarquía.


17.2. Sin embargo durante mucho tiempo ha existido una importante rama en la teoría de las organizaciones que recalcaba la limitada racionalidad de los miembros de la organización. El ejemplo más destacado es el concepto de ¨´ satisfaciente¨ (satisfacing) que Hurbert Simon empleo en su obra Administrative Bebavior (1957) para explicar cómo la conducta que se había observado empíricamente en los individuos pertenecientes a organización racional.


17.3. Uno del inconveniente del esquema principal agente radica en el supuesto de que la autoridad circula en una dirección: hacia abajo. Buena parte de los conflictos que surgen entre principales y agentes derivan de interpretaciones discordantes sobre la mejor fórmula para alcanzar objetivos comunes.


17.4. Existen otras causas de ambigüedad en las organizaciones que confirman que ninguna definición formal de una organización optimizará totalmente los fines de dicha organización.


18. PRINCIPALES, AGENTES E INCENTIVOS


18.1. Los incentivos del agente no pueden alinearse nunca por completo con los de sus por completo con los de sus principales. Buena parte de la teoría organizacional se ocupa de crear el mecanismo que puedan proporcional una mayor alineación de dichos incentivos. En múltiples circunstancias, existen la posibilidad de supervisar el rendimiento de los agentes de tal modo que después se les pueda exigir una presentación de cuentas.


18.2. Controlar la conducta de los agentes y someterlos a evaluación contable resulta especialmente complicado en el sector público. Las organizaciones del sector público producen fundamentalmente servicios, y medir la productividad del sector de servicios resulta, dada su naturaleza, extremadamente complejo.


18.3. El asunto del control y la transparencia es ya bastante complicada en las organizaciones del sector privados, donde al menos se dispone de cotas de rentabilidad para calcular el rendimiento, pero resolverlo se presenta como una tarea prácticamente imposible en muchas de las producciones del sector publico. Si el rendimiento no puede medirse con precisión, no puede haber, en última instancia, mecanismo formal alguno para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas.


18.4. El volumen de decisiones que toma un ministro de Exteriores es reducido, pero resulta complejo interpretar las consecuencias de dichas decisiones en el bienestar de un país.



19.
LA DESCENTRALIZACION Y LA CAPACIDAD DECISORIA


19.1. La tercera causa de ambigüedad en el diseño organizacional no concierne a cómo se controla a los agentes, sino al grado de capacidad decisoria que se debería delegar en ellos según el nivel de la jerarquía en que se encuentren. Existen algunas reglas generales para obtener el grado adecuando de descentralización, que no llegan a la categoría de teori8a formal. Por ejemplo, el terreno de responsabilidad cedido a un determinado que pertenezcan exclusivamente al área de control de dicho nivel.


19.2. Esto es lo que en política se denomina el principio de subsidiariedad, según, el cual, en las decisiones no deben intervenir niveles de gobierno superiores a los necesarios para desempeñar una determinada función.


19.3. Existen razones para pensar que, desde el punto de vista funcional, el grado adecuando de delegación depende de la tecnología y, por tanto, cambia con el transcurso del tiempo. Por ejemplo, muchas de las nuevas tecnología de finales del siglo XlX, tales como los ferrocarriles, fuentes de energía alimentada por carbón, el acero y la industria pesada se beneficiaron de las economía a gran escala y promovieron así la centralización


19.4. Mucho antes del advenimiento de la revolución contemporánea de la información, Hayek (1945), seguido de tecnología de las economía moderna exigía un grado mas elevado de descentralización en el proceso tomar decisiones.


19.5. La necesidad de autoridad delegada aumenta también cuando la labor realizada por el agente es compleja o implica un alto grado de capacidad decisoria y de criterio. Éste es el caso del rendimiento del sector de servicios, que implica la combinación de un alto nivel de especialización con grandes cantidades de información que depende del contexto, como ocurre en la medicina, la contabilidad, el derecho, etc.



20. PERDER EL CONTROL Y REINVENTAR LA RUEDA


20.1. El problema central al que enfrenta toda organización es la delegación de capacidad decisoria. Las tres causas de ambigüedad comentada con anterioridad la racionalidad limitada al plantear los objetivos de la organización, las formas alternativas de abordar el control de la conducta del agente y las dudas acerca del grado de capacidad decisoria que se debe delegar guardan, todas ellas, relación con este asunto.


20.2. La disciplina de las ciencias económicas se caracteriza por un gran cuerpo de teoría abstracta que postula normas universales del comportamiento humano. Cuando se aplica a los mercados, dicha teoría es lo suficientemente solida para determinar tanto las condiciones de equilibrio como las de optimalidad.


20.3. Cuando esta misma herramienta metodológica se emplea para analizar el interior de la caja negra de las organizaciones, producen resultados útiles e interesantes en la medida en que las personas, en las organizaciones, interactúan motivadas por sus propios intereses. Sin embargo, en las organizaciones, las personas interactúan de forma diferente a como lo hacen en las lejanas interacciones por las que se caracterizan los mercados: las normas, los valores, las experiencia compartidas y las intensas relaciones sociales establecida en diversos ámbitos tienen una mayor presencia y conforman las prioridades y las funciones de utilidad de los particípate.


20.4. El hecho de que el estudio en la administración publica no pueda formalizarse en la medida en que es posible formalizase la microeconomía, no responde a que el campo no haya sido tratado aún con suficiente rigor analístico, sino a causa inherentes al objeto de estudio.


20.5. Los motivos cambiantes son considerados una parte importante de la administración, al igual que la creación de nuevos códigos morales.



21. LA CONSTRUCCION DE CAPACIDAD EN CONDICIONES DE AMBIGÜEDAD ORGANIZACIONAL: IMPLICACIONES POLÍTICAS


21.1. De la conclusión teórica de que no existen organizaciones óptimas se desprenden una seria de implicaciones prácticas importantes. La primera de ella es apoyar la afirmación de Woolcock y Pritchett (1992) de que, en las políticas de desarrollo, debemos ser prudentes antes de aseverar la existencia de normas de validez general o de dar lecciones que puedan aplicarse a la reforma del sector publico, la gestión de proyectos o la oferta de servicios.


21.2. La importancia y el dominio de las normas en la gestión y la administración pública indican que el desarrollo institucional estará fuertemente influido por la estructura social, la cultura y otras variables que no se encuentran bajo el control directo de la política pública.


21.3. No debería sorprender la afir5macion de que la administración pública es idiosincrásica y no puede someterse a amplias generalizaciones. Después de todo, la observación de Hayek de que el conocimiento en una economía e s local, ha sido muy tenido en cuanta y subyace en nu8estra preferencia por los sistema económico descentralizados y basado en el mercado.


21.4. El hecho de que la ambigüedad organizacional exista no quiere decir que tengamos que llevarnos las manos a la cabeza y pensar que nada marcha bien en la administración publica. Aunque las mejores prácticas no existan, si existen las peores o, cuando menos, practicas inadecuadas que deben tratar de evitarse.


21.5. A finales de 1945, cuando Estados Unidos llegó a Japón como fuerza de ocupación, se embarcó en un ejercicio de construcción nacional muy celebrado para convertir a Japón en una democracia. Los japoneses importaron muchas instituciones occidentales, entre las cuales estaba una nueva constitución que, con sorprendente éxito, había elaborado el personal del general Mac Arthur (véase Dower, 1999).


22. ESTADOS DÉBILES Y LEGITIMIDAD INTERNACIONAL


22.1. En los dos primeros capítulos he tratado el problema de la gobernanza débiles y de las instituciones ausentes o inadecuadas en el ámbito estatal-nacional, donde constituye un gran obstáculo para el desarrollo económico particular de los países pobres. Sin embargo, este es


Conclusiones



La construcción del estado es una tesis tan controvertida como el Fin de la Historia, ambas propuestas por Francis Fukuyama.



El estado débil, fallido, defectuoso ideas que tuvieron su aparición polémica desde la conferencia del autor dictada en España, arropo el ambiente político dominicano, que se sintió acusado de fallido, situación que motivo una fuerte polémica de corte nacional e internacional.



La construcción del Estado no es más que la visión de los Estados Unidos de América como país gendarme internacional, sobre los correctivos de carácter institucionales que se deben ejecutar para colocar los países de tercer mundo en condiciones de participar en la distribución de los intereses mundiales.



Estados Unidos, se conformidad con la tesis Fukuyama, aspira a que los países satélites fortalezcan sus estados, toda vez que los estados débiles representante una amenaza para los Estados fuertes, especialmente imperialismo del norte.



Sostiene a modo de ejemplo los problemas generados con los estados debilites, es decir que aunque tiene una gran estructura no garantizan los servicios básico, sus sistema jurídicos son defectuosos e inoperativos, etc.



Buscando, tal como sostiene el autor de La Construcción del Estado, que un estado idea es un estado fuerte, con sus instituciones eficaces, cuyo alcance sea importante en la organización de los servicios y las instituciones que lo estructuran.



Los estados fallidos no garantizan la inversión, el cobro de la deuda externa y sus intereses, la política de mercado ultramar para los excedentes productivos, así como la ejecución de políticas militares y sociales que fortalezcan sus intereses.



Tal y como la tesis del neoliberalismo económico, que evidentemente, fracaso y fue contraproducente para sus intereses imperiales, esperamos que la formatéales del estado tercermundista no constituya en el futuro, otro desacierto en la política mundial.



Bibliografía




1.- La Construcción del Estado, Hacia un nuevo orden mundial en el siglo XXI, Fukuyama Francis, Una fascinante propuesta histórica y filosófica para el siglo XXI, Ton Wolf, 2004.-